Ahora podemos comprar pélets y briquetas de biomasa en casi cualquier supermercado o gasolinera y todos llevan una etiqueta que describe claramente sus características: poder calorífico, humedad, composición, etc. Posiblemente también tengan un certificado con un logo reconocible, que significa que una tercera parte independientemente ha comprobado esas características.
Gracias a las normas técnicas o estándares los consumidores tenemos confianza en lo que compramos.