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Quemadores de biomasa: una pequeña buena idea que no deja de crecer

Desde la localidad murciana de Yecla, el espíritu emprendedor y tenaz de Perfecto Forte, fundador y actual gerente de Natural Fire, ha transformado una “pequeña buena idea” en una actividad productiva con una proyección internacional que no deja de crecer.

Una de las piedras angulares de la empresa es el competitivo precio de sus robustos y eficientes equipos, que pueden ofrecer al industrial que desea cambiar a biomasa una gran solución con la única condición de comprometerse a una disciplinada rutina de mantenimiento –limpieza de los quemadores y cámara de combustión- una o dos veces por semana.

Emprendedores locales con visión internacional

En 2008, con el precio de los combustibles fósiles en rápido aumento, su vecino panadero le dio la idea y tras dos años de trabajo con un técnico de software, Perfecto fabricó el primer quemador de pellets, que aún funciona, y abrió el camino a la sustitución de quemadores de gasóleo por otros de biomasa en el sector de las panaderías. Calcula que hoy en día son más de 5000 los quemadores instalados solo en este sector.

Desde entonces, la empresa ha ampliado su catálogo de equipos, la cartera de clientes y el radio de acción. Si bien la agroindustria sigue siendo su usuario principal, otras industrias, como la textil o la hostelería, también están en el punto de mira.

Ellos mismos se encargan de ejecutar las instalaciones en la región cercana –Murcia, Alicante-; tienen distribuidores en el resto de España y cuentan con un número cada vez mayor de instalaciones en Europa, América y África..

Además de quemadores de gran potencia para uso industrial –hasta 2,5 MW-, también disponen de quemadores para calderas domésticas de hasta 25 kW, con limpieza manual o automática, generadores industriales de aire caliente y calderas y estufas.

Del escepticismo al éxito

Cuando comenzaron a hacer las conversiones, los fabricantes de las calderas de gasóleo recelaban escépticos, recuerda Perfecto Forte. Pero ya hace tiempo que, a la luz de los resultados, ellos mismos buscan la colaboración con Natural Fire para colocar quemadores de biomasa en sus equipos.

La sustitución del quemador en una caldera supone un cambio de combustible, por lo que requiere un trámite de legalización ante la administración encargada. Para ello, es necesario un proyecto y recibir la inspección de una OCA. De esta forma, el conjunto caldera y quemador quedarán homologados para utilizar biomasa.

Habitualmente, Natural Fire instala quemadores en calderas convencionales, tipo C, con presión de vapor de 6 bar como máximo, explica Perfecto Forte.


 


 

La fábrica en Yecla

En su fábrica de 1.500 m2, Natural Fire manufactura todos sus quemadores y generadores de aire caliente. Esperan ampliar en otros 1.500 m2 a corto plazo y aumentar la producción.

Dentro de la plantilla de 12 personas que conforma la empresa, dos ingenieros se encargan de desarrollar los nuevos prototipos. La empresa ha patentado varios equipos o tecnologías.

Los equipos son diseñados enteramente por los técnicos de la empresa, aunque el corte y el plegado se externaliza; la soldadura y ensamblaje de los elementos auxiliares se realiza ya en sus instalaciones.

Han montado también un laboratorio con dos calderas para realizar pruebas con sus quemadores y nuevos equipos; allí pueden analizar la combustión, los rendimientos o las emisiones. El Centro Tecnológico del Mueble y la Madera de la Región de Murcia –CETEM-, que se encuentra en la misma localidad de Yecla, se encarga de certificar los equipos.

Generador de aire caliente específico para biomasa

Entre sus nuevos conceptos destaca el generador de aire caliente con cámara de combustión e intercambiador de calor en vertical. El equipo fue presentado como novedad en la última edición de Expobiomasa, con muy buena acogida.

“Hasta ahora se habían sustituido los quemadores de gasóleo por otros de biomasa en generadores, pero no se había diseñado uno concreto para biomasa”, explica Perfecto Forte. “Fabricamos equipos muy específicos para distintas industrias”, añade.
Por ejemplo, los quemadores para hornos de pizzerías, o un generador de aire caliente para biomasa que están terminando y que tiene como destino un secadero de baja temperatura (30 ºC) para hoja de te, en Ecuador. Garantiza 30.000 m3 de aire a 1500 Pa.

El generador de aire caliente para biomasa de Natural Fire consta de quemador de floración; cámara vertical de combustión; multiciclón; e intercambiador de calor de acero inoxidable con disposición vertical..

El quemador admite cualquier tipo de biomasa y aprovecha la fuerza de la gravedad para garantizar la combustión total. Por su configuración, incluso combustibles de baja densidad se queman completamente. Su sistema de limpieza es automático, con cajón extraíble para las cenizas.

El multiciclón decanta las partículas contenidas en los gases de combustión antes de circular por el intercambiador de disposición vertical. Gracias a esto, las partículas que aún permanezcan en los gases caerán por gravedad a un decantador.

El flujo de aire es generado por dos turbinas con motor electrónico y variador de frecuencia, lo que garantiza una temperatura constante independientemente del caudal de aire generado.

Un PLC específico controla la temperatura, el régimen de giro de ventiladores y la admisión de combustible, entre otras variables. Es posible monitorizar su funcionamiento en remoto gracias a la conexión a internet.

Almendra, un cultivo en expansión

El cultivo de la almendra se ha extendido en Murcia en pocos años y en 2019 la producción se acercó a las 25.000 toneladas (con cáscara). Considerando un rendimiento del 25% en pepita de almendra, la cantidad de cáscara disponible como combustible rondaría las 20.000 toneladas, solo en Murcia.


 

Climatización de un vivero de flor ornamental

El vivero de flor ornamental de Besgastriflor, en Cehegín, produce 10.000 paquetes de 5 tallos de margarita fresca a la semana en una superficie de una hectárea.

Para conseguir una temperatura ambiente de 20ºC dentro del invernadero, una tubería aérea con agua a 85ºC recorre las líneas de plantación distribuyendo el calor.

La energía para calentar el agua proviene de una caldera de gasóleo equipada con un quemador de biomasa de 1 MW alimentado con cáscara de almendra, un biocombustible muy abundante en la zona.

Ahorro con cáscara de almendra

Para cubrir las necesidades energéticas actuales, la caldera consume entre 1.200 y 1.400 kg de cáscara al día.

Según Juan Fernando, gerente de Begastriflor, las alternativas del gasóleo o el gas natural hubieran convertido en inviable o muy incierta la rentabilidad del vivero.

La cáscara de almendra tiene un poder calorífico (PCI) de alrededor de 4 kWh/kg y un precio a granel puesto en destino de 0,11-0,15 €/kg. La equivalencia entre gasóleo y cáscara es de 1 l:2,5 kg.

Teniendo en cuenta que el PCI del gasóleo es de 9,98 kWh/litro y que su precio ronda los 0,8 €/l, el ahorro obtenido con cáscara de almendra en comparación con el gasóleo es importante: en torno a 250 € al día.

En breve, la empresa duplicará la superficie del vivero y un poco más adelante proyecta aumentar en otros 17.000 m2 más. Para dar servicio a esta superficie se instalará una nueva caldera, que ya se encuentra en sus instalaciones, equipada con un quemador de biomasa de 2,5 MW.

 

Equipo semiautomático

La caldera y las tres bombas que dan servicio a los distintos sectores del vivero se regulan de forma automática, en función de la temperatura requerida, y se pueden gestionar de forma remota.

La limpieza de la caldera y el quemador se realiza de forma manual cada 4-7 días. Mantener el equipo es fundamental, explica Pedro Sánchez, el experimentado comercial de Natural Fire: “es la vida del quemador y la caldera.”

El coste de una instalación de este tipo -caldera de gasóleo más quemador nuevo de biomasa-, resulta muy competitivo frente al precio de una caldera específica de biomasa.

 

Energía térmica para un secadero de pimentón

En la localidad de Totana, la cooperativa Francisco Palao deshidrata pimiento y otros productos hortofrutícolas en uno de los secaderos más grandes de España. Para ello cuenta con una instalación integrada por 5 secaderos de banda alimentados con biomasa.

Natural Fire ha sustituido recientemente los antiguos quemadores de biomasa por afloración por sus equipos de 1,5 MW y llama horizontal, una tecnología de mayor eficiencia.

En comparación con el sistema anterior, Juan Tudela, presidente de la cooperativa, estima que el rendimiento ha mejorado en un 20-30%.

El aire se calienta hasta 90ºC gracias a la combustión de cáscara de almendra. El pimiento llega con una humedad de alrededor del 80% y, tras unas cinco horas de residencia en el interior del secadero, sale con un 9-10%. Cada año se consumen 1.500 toneladas de cáscara de almendra en los secaderos. Quemadores y cámara de combustión requieren ser limpiados una vez a la semana.

Esta temporada han secado 1.200 toneladas de distintas variedades de pimiento rojo –sobre todo “Bola” o “Americano”- del que luego se obtiene pimentón con Denominación de Origen Protegida “Pimentón de Murcia”.

La estacionalidad de la campaña, que se extiende del 25 de agosto al 31 de diciembre, obliga a secar todo el pimiento en 4 meses, en un proceso muy intensivo tanto en mano de obra como en energía.

Murcia es una de las áreas principales de producción de pimentón junto con La Vera, en Cáceres. En concreto, el Valle del Guadalentín produce cerca de 4 millones de kg cada año.

Juan Tudela echa unos números: al agricultor le cuesta 1,6-1,7 €/kg secar y ensacar el pimiento, en origen. El secado tiene un coste de 0,5-0,6 €/kg. El precio de venta a las empresas procesadoras –moliendas- oscila entre 3 y 3,20 €/kg. El precio al consumidor final en la cooperativa en paquetes de 150 gr asciende a 13 €/kg.

 

En el secadero de la cooperativa Francisco Palao

De izquierda a derecha: Juan Tudela, presidente de la cooperativa; Pedro Sánchez, comercial de Natural Fire; Perfecto Forte, gerente de Natural Fire; y un operario de la cooperativa

 

 

Artículo publicado en Biomasa News de invierno 2020

Asociación Española de la Biomasa