Intermalta inaugura una planta de cogeneración con biomasa en Sevilla
La empresa Intermalta, líder en la producción de malta para cerveza y destilados en España y socio de AVEBIOM, ha inaugurado una planta de cogeneración con biomasa en su centro de producción de Sevilla.
Con esta instalación, Intermalta reduce en más de un 75 % las emisiones de gases de efecto invernadero de la maltería, y refuerza su posición como referente en sostenibilidad dentro del sector agroindustrial.
El proyecto, que ha supuesto una inversión de 14,6 millones de euros, utiliza biomasa sostenible como fuente principal de energía. La planta cuenta con una potencia térmica de 8,2 MW y eléctrica de 1,3 MW, lo que permite generar de forma eficiente tanto el calor como la electricidad necesarios para el proceso industrial.
Esta infraestructura se enmarca en la hoja de ruta climática de Intermalta para el periodo 2021-2030, cuyo objetivo es alcanzar la neutralidad climática en sus operaciones directas y avanzar en la descarbonización de su cadena de valor.
“La sostenibilidad está totalmente integrada en la estrategia de Intermalta, como eje transversal de toda nuestra actividad”, destacó Carlos Álvarez, CEO de la compañía. “Esta planta es un hito clave: no solo nos permite reducir las emisiones de esta maltería en más de un 75 %, sino que nos acerca a convertirla en la primera maltería net zero de España, lo que esperamos lograr en los próximos dos años”.
La inauguración oficial de la planta tuvo lugar el 19 de mayo en las instalaciones de Intermalta en Sevilla, y contó con la participación de representantes institucionales como Manuel Larrasa Rodríguez, secretario general de Energía de la Junta de Andalucía, además de los accionistas de la empresa.
Con esta iniciativa, Intermalta refuerza su compromiso con la sostenibilidad energética, al tiempo que contribuye a que sus clientes, principalmente del sector cervecero, puedan avanzar también en sus propios objetivos de reducción de emisiones sin comprometer la calidad del suministro.
La apuesta por la biomasa como fuente de energía demuestra una vez más que la descarbonización de la industria agroalimentaria es viable, eficaz y ya está en marcha.
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