Uno de sus objetivos principales es eliminar en los próximos 10 años una de cada tres toneladas de los gases de efecto invernadero que se emiten en la actualidad. Para ello, prevé duplicar la presencia de renovables en el uso final de la energía, con la biomasa en un papel destacado en el sector térmico residencial.

El documento enviado a la Comisión Europea podría modificarse atendiendo a las conclusiones del proceso de evaluación ambiental y el análisis de las consultas recibidas que no han podido concluir el pasado 25 de marzo, como estaba previsto, por el estado de alarma derivado de la crisis del coronavirus.

Objetivos del PNIEC en 2030

Las medidas contempladas en el plan permitirán alcanzar los siguientes objetivos en 2030:

• 23% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero respecto a 1990.
• 42% de renovables en el uso final de la energía.
• 39,5% de mejora de eficiencia energética.
• 74% de presencia de energías renovables en el sector eléctrico (100% renovable en 2050)

El plan estima una movilización de 241.400 millones de euros entre 2021 y 2030 que se destinarán, sobre todo, a impulsar las energías renovables, a medidas de ahorro y eficiencia, y a electrificación y redes. El 80% de estas inversiones serán realizadas por el sector privado y el 20% restante por el sector público.

Además, se prevé la creación de entre 250.000 y 350.000 empleos netos anuales.

Buena oportunidad para la biomasa en el sector residencial

El PNIEC incorpora medidas para asegurar una transición justa y combatir la pobreza energética, entre las que incluye el fomento de la energía renovable a partir de biomasa y de la eficiencia energética en el sector residencial.

La implantación de energías renovables (solar, biomasa y geotermia) en el sector residencial y terciario continuará recibiendo ayudas a cargo de los programas existentes de financiación, en su mayor parte gestionados por el IDAE, lo mismo que el ahorro energético y la mejora de la eficiencia energética de los edificios existentes.

Las energías renovables para calefacción, refrigeración y producción eléctrica aislada de red recibirán subvenciones de las Comunidades Autónomas a la potencia instalada.

También se garantiza a los consumidores el derecho a consumir, producir, almacenar y vender su propia energía renovable mediante la generación distribuida, la gestión de la demanda, el fomento de las comunidades energéticas locales. El plan destaca el potencial de la rehabilitación energética de edificios y del autoconsumo, especialmente el compartido.

Líneas de trabajo en la gestión de la biomasa forestal

Por otra parte, el PNIEC contempla los riesgos para algunas actividades relacionadas con la producción de energía y advierte que deberán ser acordes a las medidas establecidas en el futuro Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC-2).

Por ejemplo, la productividad del sector forestal, fuente principal de biomasa, está ligada estrechamente a la adecuación de las masas forestales a condiciones ambientales como la disponibilidad de agua. Algo que deberá tenerse en cuenta al realizar las proyecciones relativas al potencial de producción de biomasa para usos energéticos.

Así pues, la gestión forestal deberá integrar criterios de adaptación en las revisiones de los Planes Forestales vigentes y nuevos o actualizar las regiones de procedencia de los materiales forestales de reproducción teniendo en cuenta la variación de las condiciones climáticas, con el objetivo de mantener y mejorar los recursos forestales.

Fuente:

https://www.miteco.gob.es/fr/prensa/ultimas-noticias/el-gobierno-env%C3%ADa-a-la-comisi%C3%B3n-europea-el-plan-nacional-integrado-de-energ%C3%ADa-y-clima-(pniec)-2021-2030/tcm:36-508439#prettyPhoto[pp_gal]/0/

https://www.miteco.gob.es/es/prensa/pnieccompleto_tcm30-508410.pdf