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La crisis del coronavirus y la transición energética

La Agencia Internacional de la Energía y la Agencia Europea del Medio Ambiente advierten que el impacto del coronavirus a escala global no debe provocar que los gobiernos pierdan de vista el gran reto de lograr la transición energética.

Según Fatih Birol, director general de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), “los efectos de la crisis por el coronavirus, aunque graves, es probable que sean temporales. Mientras que la amenaza que representa el cambio climático, que requiere que reduzcamos las emisiones globales de manera significativa en esta década, continuará".

“No debemos permitir que la crisis de hoy comprometa nuestros esfuerzos para enfrentar el desafío ineludible del mundo”, ha afirmado Birol en una nota de prensa.

Los planes de estímulo que están elaborando los gobiernos para contrarrestar el daño económico del coronavirus pueden ser una oportunidad para impulsar el desarrollo, despliegue e integración de tecnologías de energía limpia.

Esto, según Birol, conllevará un doble beneficio: estimular las economías y acelerar las transiciones energéticas. “El progreso que esto logrará en la transformación de la infraestructura energética de los países no será temporal: puede marcar una diferencia duradera en nuestro futuro”.

Efectos en el mercado del petróleo

En una nota publicada el 9 de marzo, la AIE advertía de una reducción de la demanda de petróleo de 90.000 barriles al día. Las perspectivas para el mercado a corto plazo dependen del éxito de las medidas políticas para contener la pandemia y su impacto en la actividad económica, explican desde la AIE.

La agencia ha desarrollado dos escenarios para la demanda mundial de petróleo en 2020: las medidas globales no contienen el virus y la demanda mundial cae en 730.000 barriles por día. El segundo, y quizás optimista en exceso, escenario estima que el virus se contiene rápidamente en todo el mundo y la demanda global crece a razón de 480.000 barriles por día.

En cualquier caso, a medio plazo, la AIE espera que la contracción del consumo en 2020 venga seguida de un fuerte repunte en 2021, pero que el crecimiento anual de la demanda mundial de petróleo se desacelere a medida que el consumo de combustibles para el transporte se reduzca como consecuencia del mayor uso de energías limpias.

Por su parte, la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA) advierte que cualquier reducción disruptiva de emisiones, como la provocada por la crisis económica derivada del impacto del coronavirus, será de corta duración. “Solamente estableciendo objetivos a largo plazo para reducir las emisiones de forma gradual e irreversible podremos construir una economía resiliente y una sociedad resiliente”, afirman en un comunicado del 20 de marzo.

“La crisis actual demuestra por qué necesitamos una transición justa, que ofrezca oportunidades y apoyo a los más frágiles”.

Se espera que la crisis tenga un fuerte efecto en los modos de producción y consumo y que reduzca nuestra movilidad, incluida la aviación internacional y los desplazamientos diarios de automóviles privados.

Fuentes y más información:

https://www.weforum.org/agenda/2020/03/clean-energy-coronavirus-crisis/

https://www.iea.org/news/global-oil-demand-to-decline-in-2020-as-coronavirus-weighs-heavily-on-markets

https://www.iea.org/reports/oil-2020

https://www.eea.europa.eu/articles/reflecting-on-climate-neutrality-ambitions

Asociación Española de la Biomasa