Según lo publicado en el comunicado oficial (MEX_25_2129), las modificaciones del esquema alemán contemplan un incremento de los volúmenes de licitación, la introducción de una cuota específica para instalaciones de biomasa conectadas a redes de calefacción y la limitación de las horas de generación eléctrica con biogás que pueden acogerse a la ayuda.

Además, se prevé una reducción del periodo de transición para que las plantas más antiguas se adapten al nuevo régimen y un aumento de los pagos a las instalaciones que aporten flexibilidad al sistema eléctrico.

La Comisión considera que estas medidas son necesarias, apropiadas y proporcionadas para impulsar la electricidad renovable a partir de biomasa y biogás, y asegura que el apoyo se limita al mínimo indispensable, reduciendo al máximo los efectos negativos en la competencia y el comercio dentro del mercado único.

Reacciones del sector en Alemania

En Alemania, la decisión ha sido recibida con una mezcla de alivio y cautela. El sector celebra que el paquete aporte mayor previsibilidad y seguridad económica, especialmente para las plantas vinculadas a la agricultura y a las redes de calefacción urbana.

No obstante, persisten las dudas: representantes de la industria advierten de que no todas las instalaciones podrán beneficiarse plenamente de las nuevas condiciones y reclaman ajustes para que la ayuda llegue de forma efectiva al mayor número posible de explotaciones.

Gobiernos regionales como el de Baviera han subrayado el valor de este apoyo europeo para reforzar la planificación energética y la seguridad de suministro en un contexto de transición acelerada hacia un sistema eléctrico más renovable.