Este contrato supone un nuevo hito en una iniciativa clave para la reactivación industrial de la zona tras el cierre de la antigua central térmica de carbón. La Robla Green combina generación renovable firme con biomasa, captura de CO₂ biogénico, producción de hidrógeno verde (200 MWe de electrolizadores) y síntesis de e-metanol (140.000 t/año), con una inversión total de 850 millones de euros sobre 40 hectáreas.